Entre manifestaciones contra la corrupción y llamados a sesiones extraordinarias, los panameños
despedimos el mes de la patria y, mientras algunos se preguntan si realmente en nuestro país existe la institucionalidad y la democracia, la fiesta política no da tregua.
Mucho se habla de que los tres órganos del Estado deben trabajar en armónica colaboración y la semana pasada se pudieron observar colaborando muy armónicamente a dos órganos en específico: El Ejecutivo y el Legislativo, todo esto en el marco de la escogencia de un nuevo Contralor y Sub Contralor de la República.
Recordemos que la Contraloría es una de las Instituciones más importantes en el combate de la corrupción y debe velar por el uso adecuado de los dineros estatales.
El Contralor es electo por el órgano Legislativo y la designación debía recaer sobre el mejor de los candidatos postulados.
En este tipo de Elecciones, algunos consideran que el Presidente que esté en el poder, realiza todo cuanto esté a su alcance para lograr que la Asamblea elija a su candidato preferido.
Según la Constitución de la República, el Ejecutivo no debe tener ninguna injerencia en torno a la labor de los otros dos Órganos del Estado, pero cómo es que la Asamblea de Diputados algunas veces parece estar al servicio del Presidente?
La respuesta es simple, la mayoría de los Diputados le deben su curul a una estructura partidista, y como fieles copartidarios que son, respetan solemnemente los intereses de su partido.
Posiblemente si todos los Diputados fueran electos de forma independiente y sin tener que estar inscritos en un partido político, su toma de decisiones sería mucho más auténtica.
Si recordamos que los Diputados son los representantes del sentir popular, no deberían ellos reunirse con los habitantes de sus comunidades y consensuar a lo interno de cada circuito, una decisión como esta?
El consultar un poco más podría ayudarlos a evitar situaciones penosas como el tener que aprobar y derogar en una misma semana, una determinada ley.
En estos momentos nos encontramos con una Asamblea renovada, conformada en su gran mayoría por diputados que ocupan por primera vez una curul.
La escogencia de un nuevo Contralor, aparte de la importancia que conllevaba, nos ayuda a tener una perspectiva del pulso político de esta nueva Asamblea.
La Presidencia de la República y el partido gobernante, hicieron sus apuestas y apadrinaron una candidatura en especial.
Muchos titules de periódicos declaraban a esta persona como virtual ganadora de la contienda y al parecer, las labores de negociación entre los partidos políticos de oposición y el partido de gobierno, dieron buenos resultados.
Para hacer una elección a conciencia, nuestros Diputados como mínimo debieron analizar alrededor de 40 hojas de vida.
Quien aspire a ser Contralor, debe presentar conocimientos en el manejo de finanzas y administración, de preferencia contar con experiencia comprobada en el manejo de Presupuesto Estatal y demostrar que conoce y maneja la normativa vigente en esta materia.
Si para muchos de los panameños, el encontrar un nuevo empleo, conlleva afrontar de tres a cuatro entrevistas profesionales, la realización de pruebas psicológicas y de aptitudes, demostrar conocimientos en la materia, Contar con más de dos títulos universitarios y presentar un historial intachable de desempeño profesional el cual se contrasta con llamadas a trabajos anteriores y la necesidad de presentar cartas de recomendación, pareciera que en Panamá es más difícil conseguir un buen trabajo de asistente ejecutiva que de Contralor.
Esperemos que los Diputadas hayan realizado la elección a conciencia, el nuevo Contralor tendrá retos realmente importantes y ya no se vale responder a los cuestionamientos con la frase
"Sin Comentarios".
_F.G.
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