La Familia Subsidio

*Imagen tomada de las Redes Sociales
*Imagen tomada de las Redes Sociales

Mucho se ha debatido sobre las actuaciones de nuestras Autoridades frente a la problemática social actual.

 

Algunos aseguran que los subsidios son un premio para los que nunca se tomaron la molestia de planificar su vida o fueron irresponsables de alguna manera.

 

¿Será que hemos perdido la capacidad de aceptar que todos somos seres humanos y que es posible cometer errores? Nadie es perfecto y una mala decisión no debe porqué estigmatizarnos el resto de nuestra vida.

 

Lo interesante de todo esto es que los subsidios que entrega el Gobierno son un mero paliativo para los problemas del ciudadano y no una solución real. En un mundo tan globalizado, 170 balboas no alcanzan ni para comprar la mitad de los medicamentos que una persona a los 70 años debe consumir al mes y ni hablar del alto costo que representar enviar a un joven al colegio, tomando en cuenta que si le damos un dólar al día para que compre refrescos en el recreo, la Beca Universal se quedaría corta.

 

La realidad es que con un subsidio no mejoramos la calidad de vida de un panameño, ni mucho menos podres sufragar los gastos de toda una familia, solo le hacemos más llevadero el suplicio, mientras que nuestros Gobernantes reciben en salarios, gastos de representación y viáticos mucho más.

 

Una realidad provocada directa y sistemáticamente por las malas decisiones de nuestros Gobernantes y Empresarios, quienes ven en el pueblo la forma de seguir viviendo en la opulencia. No es casualidad que las empresas que construyen las carreteras u hospitales, estén vinculadas a allegados o parientes de los gobernantes que las licitan.

 

Todos pagamos impuestos, seamos pobres o ricos, gobernantes o gobernados; todos tenemos que afrontar el dolor de ir a un supermercado y ver como cada día nuestro esfuerzo vale menos.

 

Si diariamente nuestra Vía Interoceánica produce sumas millonarias de dinero, si se pagan impuestos por cada cosa que consumimos o cada servicio que recibimos y actualmente nos cobran hasta los estacionamientos donde se ubican algunas oficinas Gubernamentales, porqué mejor no administrar de forma eficiente uno de los mejores presupuestos estatales que tiene América Latina y realmente hacemos que la vida de los panameños mejore.

 

No necesitamos obras con sobre costos, ni nos alivia ver como los mandatarios viajan por el mundo con nuestro dinero, nuestra calidad de vida no mejora con saber que la nueva Asamblea de Diputados tenga regaderas de primer mundo y ciertamente no nos ayuda en nada ver como algunos políticos viven de nuestra fe y se alimentan de nuestra inocencia.

 

Señores Gobernantes, si de verdad somos el país más feliz del mundo sabremos ser agradecidos y justos con su gestión, en vez de darnos paliativos o regalitos, conciertos con artistas o desfiles de navidad, dennos la confianza de saber que en Panamá realmente el Pueblo es Primero y que la “Familia Subsidio” no llegarán a ser más que una caricatura de comedia y no una más de nuestras tristes realidades.

 

_F.G.

 

PD: Por este año nos despedimos... nos leemos en el 2015! Gracias a todos y felices fiestas!


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Comentarios: 2
  • #1

    Jose Angel Bruscoli Gill (jueves, 09 octubre 2014 15:19)

    Estoy de acuerdo con su articulo Licdo. Gomez, pero el mal de nuestro amado país es que se esta creando una cultura en donde se premia la mediocridad y la vagancia.
    Esto genera una sociedad mediocre y facil de manipular en un futuro, es asi de sencillo, donde se esta castigando a la clase media, para que esta desaparezca y se vuelva a la epoca de principios de siglo XX, pobres y ricos.
    La ciudadania no lo quiere ver, desean eliminar por completo a los profesionales y tener peones, es asi de sencillo, no estoy a favor de los subsidios, pero es decepcionante saber como muchos compatriotas aceptan esto, y esto es el principio del fin de todos aquellos que nos estamos esforzando para mejorar nuestra calidad de vida.

  • #2

    Dr. Alvaro (lunes, 10 noviembre 2014 15:39)

    Hola, me gustó su escrito y entiendo su punto. Sin embargo, a mi parecer el problema de estos subsidios es a largo plazo. No se trata de si con 120 balboas realmente se puede comprar la medicación del anciano o si la beca universal alcanza para refrescos (que, por cierto, no deben ingerirse porque son básicamente veneno), sino de la cultura que se está estableciendo a toda una nueva generación de Panameños. Por años nos hemos quejado del paternalismo y en los dos últimos gobiernos lo hemos incrementado mucho más, las consecuencias a largo plazo de estos movimientos serán que cada uno espere que el gobierno haga algo por él y que su patria le sirva, en lugar de pensar en qué recursos posee en sí mismo(a) para ayudarse a sí mismo.
    Por otro lado, a corto plazo posee un efecto aún más peligroso (casi tan peligroso como inmediato) y es la rendición del voto a aquellos que regalan cosas, que dan dinero en subsidios y que regalan jamones de navidad. No seamos inocentes para que, como bien dices, los gobiernos no se alimenten de nuestra inocencia. la realidad de cada gobierno es que busca mantenerse en el poder y, para lograrlo, necesita establecer una sensación de dependencia en el pueblo y eso se logra haciéndole ignorante en términos de educación y vago en términos de búsqueda de sus propias soluciones. Entiendo lo de ser compasivo y lo apoyo, pero esto no es compasión, no seamos ingenuos ante la realidad, el juego político partidista no se trata de hacer el bien o hacer el mal, se trata de mantener el poder y eso es así en todos los partidos.