En época de política, las promesas electorales están a la orden del día.
Hoy en el Programa Debate Abierto, una de las panelistas dijo que al actual Gobierno, le gustaba la idea de mantener al pueblo en la ignorancia y en la pobreza, para que así, cuando tuvieran que regalarle 100 dólares o un pavo, a cambio de un voto, se sintieran agradecidos y las autoridades quedaran como personas nobles. Pero que la realidad es que, si no hubieran tanto sobrecostos y corrupción, el Gobierno pudiera concentrar esos recursos mal invertidos, para mejorar la calidad de vida de todos los panameños y eliminar realmente la pobreza.
Que los subsidios no son una solución sino un paliativo, y que si el pueblo no despertaba y comprendía que esos “regalitos y ayudas” provienen de sus impuestos, la realidad no mejoraría.
Que en verdad, el costo de esas ayudas es muy inferior al que todos pagados al erario y que actualmente, el Gobierno nos quita mucho y nos devuelve muy poco.
En este orden de ideas, nuestro colega y amigo, el Lic. Ricardo Shippritt, publicó en el Diario La Prensa, un artículo de opinión sobre este tema, dejando claro varios puntos importantes que deben ser resaltados.
¿Serán realmente los subsidios la única vía para mejorar la situación del pueblo o la forma más fácil de comprar votos de forma rentable?
_F.G.
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