Esta semana sigo bajo el efecto Disney que me ha dejado muy positivo. No hay nada mejor que una buena historia, y un final feliz, para levantarnos el ánimo.
El fin de semana pasado me di una vuelta por el The Day After. Experiencia completamente provechosa, debido a la cantidad de estrés que se pude liberar en este tipo de actividades. Electricidad y euforia, sanamente combinadas con el mejor juego de luces y la compañía de muchas personas amantes de la buena música.
Siempre es importante brindarse la oportunidad de romper la rutina y hacer algo distinto a lo acostumbrado. En mi caso no ocurre muy a menudo, pero cuando pasa, le saco el mayor provecho.
Los eventos masivos te permiten entrar en contacto directo con muchas personas que no conoces, sin embargo, se crea un lazo temporal de hermandad. Personas alegres y emocionadas, con sonrisas en sus caras, con gestos de amabilidad incomparable.
Por un momento, mi mente viajó a la cotidianeidad de la vida diaria, en un tranque a las 5:45pm de un día laboral cualquiera. Que diferente es la actitud de las personas en estas situaciones.
Por lo que de ahora en adelante procuraré dejar que mi mente divague un poco más en los recuerdos de ese momento tan alegre, mientras mi cuerpo se quede atorado en los tranques de la vida.
Mejor yo mismo lo pongo en práctica y me desconecto. Hasta la semana que viene!.
_F.G.
Fotos del TDA 2014: https://www.facebook.com/media/set/?set=a.10152188029148738.1073741903.45025278737&type=1
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Everett Wiles (viernes, 03 febrero 2017 08:32)
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